viernes, 30 de noviembre de 2007

LaTeX... como abrazar otra religión...

Esto ha sido como una revelación espiritual. Como ver la luz, y abrazar otra religión. Primero, me estoy cambiando a Ubuntu. ¡Linux! Sí, Ubuntu Ultimate Edition 1.6.

Ahora, terminaron de convencerme. De ahora en adelante, no haré más documentos en Word. Mi tesis, la traspasaré toda a LaTeX.

Y me convertiré en LaTeXero. Linuxero, LaTeXero... ¡Yea!

jueves, 29 de noviembre de 2007

Sobre Tagged, Hi5, y todas esas mugres...

Igual que como don Christian Leal (El Francotirador) decía en su Twitter:

Yo no quiero ser tu amigo en Tagged, Hi5 o similares.

Con cueva, uso el Messenger de Microsoft (Windows Live). Y pronto me cambiaré a alguno de los sustitutos provistos por Ubuntu Ultimate Edition 1.6.

A todo esto, ¿cómo conocí Ubuntu Ultimate Edition? Gracias a DragonTrainer. ¿Cómo comocí a este último? Gracias a don Christian.

Estoy decidido a disfrutar de las ventajas de Linux. Hoy corrí el DVD de Ubuntu Ultimate, y ahora estoy encontrando las formas de hacer funcionar el sonido y el Wi-Fi. Inconvenientes, por lo visto, solucionables. Desafortunadamente, hay que contar con estos detallitos al cambiarse a Linux. Lo bueno es que uno aprende.

Sí, es primera vez que intento acercarme al pingüino. El intento no debería perjudicarme.

Se viene Linux en mi laptop...

Anoche terminé de bajar Ubuntu Ultimate 1.6 (basada en Gutsy Gibbon, i.e. Ubuntu 7.10). Ahora se vienen respaldo, reparticionamiento y mudanza.

Veremos cómo me va. Les estaré informando.

Ah, y buenas noticias. Anoche pude dormir. En estos momentos, termina la remoción de escombros, y comienza la reconstrucción. Es una buena cosa que ayer haya tenido montones de informes de toxicología que corregir, otro montón de notas que poner, y en la tarde, curvas de fuerza a las que calcular densidad de carga (σ, sigma), longitud de Debye (λ, lambda) y constante de Hamaker (A ó H, depende del autor). Me hizo sentir bastante mejor.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

nada

estoy sufriendo

y no puedo dormir

 

 

 

tomaré, solitario, el camino que me lleve fuera del país

y del mundo

 

 

...

martes, 27 de noviembre de 2007

¡ALABADO SEA LINUX!

Hasta hace poco, me encantaba Microsoft Office 2007. Ya me estaba acostumbrando a la funcionalidad del escritorio de Windows Vista, pero...

...pero hoy terminé por odiarlo. El estúpido convertidor a PDF de Office 2007... sucks. Los PDF que deja son horrendos.

Por otro lado, un tarro tan poderoso como el mío... me da pena verlo funcionar a la rastra con tanta exigencia que le hace el estúpido Windows Vista.

Hoy odio a Microsoft más que nunca. No porque me hagan pagar, sino porque sus productos son una mierda. Me arrepiento mucho de haber pagado la licencia de Office Home and Student 2007.

 

Perdonen la rotería, pero es que tengo MUCHA rabia.

 

Y me cambio al pingüino. Me convierto en un TALIBÁN LINUXERO. En adelante, viviré y moriré por Linux.

¡Alabado sea Linux!

¡Allá voy!

sábado, 24 de noviembre de 2007

¡Soy el rey de la montaña!

Aquí estoy casi en la cima de un cerro, que subimos con Simón Guerrero y Víctor Trujillo, del complejo turístico de las Termas de Chillán. En el último día de las Jornadas de la Sociedad Chilena de Química.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Bullying

Hoy temprano por la mañana me levanté a terminar mi póster para las jornadas de la Sociedad Chilena de Química, para en la tarde estudiar para mi TOEFL del sábado. Pero lo primero que hago es pescar Google Reader, y me encuentro con el post de DragonTrainer sobre bullying.

Flauta. Tocaba un tema sensible para mí. Cuando iba en la básica (Oratorio Don Bosco, Coquimbo 585, Santiago Centro) fui víctima de bullying, por ser el mateo del curso. Por sacarme buenas notas. Por no jugar fútbol (pecado mortal para los salesianos). Porque, de mis compañeros, fueron pocos los que hicieron siquiera el amago de entenderme. Yo no siento esa pasión desenfrenada que algunos sienten por el fútbol. Que los cabeza de pelota se vayan a otro lado. Aquí no tienen cabida.

Me cargaba el lema del colegio "Ciencia y fe". ¿Ciencia? Me cago de la risa de la ciencia que nos enseñaban. ¿Fe? Fe católica, y no era de lo más importante. Todo lo que les importaba era el deporte, porque era lo único en lo que podían tener alguna figuración. A mí, que de verdad me interesaba la ciencia, me escarnecieron hasta el cansancio, con la complicidad de los profesores. Los que también eran ignorantes, y no supieron manejar apropiadamente el tema.

Afortunadamente, me cambié al Instituto Nacional donde todo lo malo se desvaneció. Mientras fui alumno de allá, gocé del respeto de mis compañeros, por lo que guardo lindos recuerdos de mis años allá. Sin embargo, me ha apenado ver en programas de TV videos de bullying donde aparecen unas salas con los bancos dispuestos de forma inconfundible... Mi querido colegio, víctima de esta lacra de la sociedad...

Los dejo con el post de DragonTrainer.

jueves, 8 de noviembre de 2007

La amplia cultura del pueblo estadounidense

Tomando un pequeño break en mi estudio para el GRE que doy pasado mañana sábado, a las 10 am, les regalo este video notable:

lunes, 5 de noviembre de 2007

Rigel Kentaurus recomienda #2 - El show de Juanelo

Queridos lectores:

Escribo este post para contarles que me he convertido al Juanelismo. Recomiendo encarecidamente que todos ustedes hagan lo mismo. Para convertirse, el proceso es simple: Hagan clic aquí:

www.juanelo.cl

Y hagan lo que hice yo: lean TODO Juanelo desde el principio. Empecé, y no pude parar. Grande Marco Cánepa.

No puedo creer que haya un cómic tan genial. Juanelo es sencillamente la zorra. Ya se fue a mi barra lateral izquierda.

Y me enteré de su existencia gracias al ilustrísimo don Christian Leal. Gracias a él ahora, como mi primito kirido, leo FayerWayer como quien toma desayuno. Y estoy bastante informado respecto de actualidad tecnológica.

A todo esto, para la otra, también voy a cambiar a la estrella que me denomine (ji ji).

jueves, 1 de noviembre de 2007

El Fantasma del Laboratorio

Nunca he sido partidario de celebrar la vigilia del día de Todos los Santos (a/k/a Jálogüin), pero considerando que el próximo año me iré a un país donde SÍ lo van a celebrar me guste o no, decidí tomar parte en el concurso de cuentos de terror organizado por la odontóloga Dra. Fresia Grimberg entre sus pacientes (me incluyo).

[Mensaje para la Dra.: ¡Encuentro impresentable que en estos días no tenga clavada su bandera en el ciberespacio!]

Participé con un cuento, que no pretendía dar miedo sino más bien ser gracioso, el cual publico aquí:


El Fantasma del Laboratorio

por Ariel R. Guerrero

Con el deseo de no estar haciendo todo a última hora, el experimento de Camila había comenzado con normalidad, todos los reactivos habían sido pesados con precisión analítica, y agregados minuciosamente según estaba establecido en el protocolo. La reacción debía estar completa 12 horas después de alcanzada la temperatura requerida. Requería supervisión de la presión, y que nadie abriera la puerta; no debía entrar luz blanca. Sólo se permitía una tenue luz roja. Camila debía vigilar cada tres horas que la presión no sobrepasara el límite razonable. . El inconveniente era que tendría que quedarse toda la noche en el laboratorio, durmiendo sólo a ratos, para tener los resultados a la mañana siguiente.

Ese día ella estaba de cumpleaños, y los otros tesistas habían decidido, esa misma tarde, hacer una fiesta en su honor. Aprovechando que el profesor estaba de viaje en algún congreso, los muchachos decidieron hacer la fiesta ahí mismo en el laboratorio. Los muchachos habían preparado un licor extraído de cáscaras de naranja, al cual le agregaban otras especias secretas, de lo que resultaba un brebaje alcohólico único en su tipo. Sólo los muchachos conocían la receta. Con este licor y un bonito pastel, los muchachos festejaron a Camila, y todos quedaron bastante bebidos. La fiesta terminó cerca de las diez de la noche, y en este momento Camila cerró la puerta, apagó las luces, prendió la pequeña lámpara roja e inició la reacción.

El exceso de licor hacía que los pensamientos de Camila divagaran. La escasa luz hacía que los matraces y tuberías de gases tomaran formas siniestras. Se decía que en el edificio penaban, que por la noche se escuchaban voces. Las malas lenguas decían que pertenecían al finado Díaz, quien había muerto hacía ya muchos años, cuando fue el incendio…

Camila estaba casi durmiéndose cuando, de pronto, se sintió un ruido grave hacia la puerta. No estaban golpeando, pero algo había allí. Aún mareada, se levantó a mirar. No había nadie. Volvió a recostarse en el sillón.

Recordó la invasión de hormigas que habían tenido recientemente. Cuánto les había costado echarlas. Le pareció verlas caminando esa noche, marchando inexorablemente hacia su destino, como un río…

Y en el momento menos esperado, vio una luz que venía desde atrás. Se dio vuelta. Era la figura de un hombre.

—¿Qui-quién es usted? ¿Cómo entró?

—Cuando estaba vivo, me llamaban Díaz…

—No… ¡Usted está muerto!

—Sí, y he venido para cobrar VENGANZA… Un experimento como el que estás haciendo se llevó mi vida hace nueve años...

—Usted está loco…

—¡Mira detrás tuyo! Ellas han venido a cobrar mi venganza…

Era un río de hormigas dirigiéndose hacia la reacción. Las hormigas se metieron al reactor, y salieron de él agrandadas por lo menos cinco veces… y ahora se dirigían hacia Camila.

—¡NOOOOOO!

El fantasma se reía cada vez más fuerte, y las hormigas se acercaban a Camila, quien no podía arrancar… No podía abrir la puerta del laboratorio, si lo hacía, la reacción podía estallar. Las hormigas se acercaban, y se acercaban más. Camila retrocedía y retrocedía, hasta tocar el otro mesón. Se subió al mesón, pero pasó a llevar los vasos de precipitado, los que se quebraron con gran estruendo.

Los vasos se habían roto, los fragmentos habían alcanzado sus manos, las que ahora sangraban y dolían. Camila seguía tratando de arrancar, como pudiera, pero el laboratorio era demasiado pequeño. No había escapatoria.

Díaz seguía riendo, una risa macabra… De pronto, hizo un gesto con una mano, saltaron chispas desde un enchufe, y se inició un incendio. Había entrado luz, el balón de reacción empezó a hervir, la presión empezó a aumentar, hasta que vino el estruendo de la alarma de pronta explosión.

—¡MORIRÁS!

—¡NOOOOOOOOOOO!

De pronto, se abrió la puerta y se encendieron las luces. Camila abrió los ojos; sólo entonces comprendió que se había quedado dormida. En la puerta del laboratorio, los muchachos que venían a iniciar sus labores. Eran las diez de la mañana. Afortunadamente, no había nada que temer, un vistazo al reactor mostró que la reacción había concluido exitosamente.

—¡Wena Camila! Tuviste suerte que la presión se mantuvo, porque se te apagó la tele…

—Sí… ¿Cuándo pruebo de nuevo esos brebajes que hacen ustedes?


Después, Camila Salzmann, mi amiga y colega, de quien tomé prestado el nombre para la protagonista del cuento, me contó que en Camerún ella había visto de verdad esas hormigas grandes, como las que me imagino en el cuento. El licor extraído de cáscaras de naranja que preparábamos en clase de técnicas de Laboratorio... no lo he probado... XD. La facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, sede Olivos, se incendió en 1992, pero nadie murió ni salió herido. Díaz es el apellido de un profesor que a Camila le cae muy mal.

Estúpida tesis

Aviso a todos los que querían verme titulado... que van a tener que esperar hasta el próximo año, porque para titularme éste, tendría que terminar de escribir en dos semanas, lo cual es absolutamente imposible considerando que el 10 de noviembre tengo el GRE y el 17, el TOEFL en Serena.

Y nadie me quiso prestar alojamiento allá. Todavía son bienvenidas las ofertas.