Alas es un cuento de Enrique Barrios, quien es más conocido por su saga de Ami, el niño de las estrellas, Ami regresa, Ami 3 y Ami y Perlita.
Hace algunos años atrás yo era cercano al pensamiento de la New Age, y realmente creía en cosas como la 'Ley de Atracción' o cosas así. Yo era fanático de la saga de Ami. Aún creo que son libros muy entretenidos, pero ya no suscribo la creencia en las civilizaciones internas o en que estemos siendo visitados por extraterrestres, o en canalizaciones o cualquiera de esas cosas. Deformación profesional; un buen científico es un buen escéptico que se cuestiona todo.
Pero este cuento, Alas, me cuesta sacármelo de la cabeza. Sobre todo porque cuando lo leí por primera vez en el verano de 2002 estaba enamorado de una bella mujer, con la que tuve una relación a la distancia, que duró poco y terminó con mi corazón destrozado, mi ánimo por los suelos y una espina clavada hasta el día de hoy.
Hoy ya no me atrevo a emplear las palabras que escribí en aquel tiempo, cargadas de poesía y sentimientos (aunque hay que ver que fue divertido). Ya no creo que existan las almas gemelas. Todos, absolutamente todos tenemos muchos defectos que, a la luz de la convivencia, terminarán por causar algún conflicto. He aprendido que es mejor vivir en la incómoda realidad que en un hermoso cuento de hadas. Considerar que todas las cosas tienen virtudes y defectos; que por más que uno quiera imaginar una existencia futura donde todo será perfecto y tendremos una gloriosa unión en mundos más allá del limitado intelecto humano... aquí debemos aterrizar y hacer consideraciones más, eh, digamos, prácticas respecto de p. ej. quién lava la loza, qué programa vemos en la televisión, cómo organizamos las vacaciones. Y mientras estamos en ello, disfrutarlo, aprender de los errores propios y de la pareja, valorar lo vivido, lo ganado y lo perdido, y saber apreciar el valor de una puesta de sol de la misma forma que la belleza de un espectrómetro de masas de desorción/ionización láser asistida por matriz con detector de tiempo de vuelo (MALDI-TOF en inglés) en la determinación de la estructura primaria de una proteína.
Hoy me he puesto más cínico que hace seis años. Pero en el fondo, bien en el fondo, igual me muero de ganas de volver a amar así.
3 comentarios:
Volviendo a sentir vacíos…
Hace mucho tiempo que no me sentía así, flotando en la nada, pensando en eso que siempre me niego a sentir, ese algo que no puedo ni decir… ese algo que está ahí y que tan solo ha asomado una parte de si…¿miedo? …me dice mi ser… no lo sé... ¿cómo saber? ¿Qué?
Culpable, así me siento, mi cabeza ya no puede más…compartir esto… ya no puedo, se caló hondo la brecha y el precipicio… ¿cómo volver?...ya no puedo, ni debo…deber me dices, mi cabeza, ese deber que siempre me haces hacer…fluir, eso quiero, agua en el mar eso quiero ser…deber, deber, deber…
Palabras sobran, lo sé, disculpas no hay…
Para la primera persona que lee estos textos…este y aquellos que queman mi cerebro…
Lindo cuento, difícil de olvidar…
Muchas veces me siento como Quijote.. o Madame Bovary...
Es como si leer cosas y despues compararlas con la vida hace mal, uno quiere sentir de esa manera y no se puede.. y cuando se puede, no es tan "lindo" como en los libros =/
Mmmm... pasó algo???
algo que no me has contado?
La vida al final nos pone obstáculos en el camino...
Yo me he tropezado con la misma piedra, pero desde otro ángulo.
De todos modos, es superable.
Creo...
Es re difícil amar a una persona.
Me desgasta enormemente.
En fin, tienes que contarme qué onda, ok???
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