Pronto empezarán de nuevo las clases aquí en Windsor. El verano está comenzando a ceder terreno; las temperaturas han decaído levemente. Hoy fui a conversar con una de las técnicos de laboratorio para tratar de hacer algo de vida social, y volví con el manual de laboratorio del curso 240 (fisicoquímica) y un montón de consejos para enfrentar esa ayudantía en la cabeza. Me agarraba pa’l chuleteo “no vas a querer volver más por acá”. No, ella es simpática, pero es inevitable agarrar un poquito de distancia cuando te das cuenta de que ella te supervisará. Se supone que no es mi jefa, pero casi, porque ella es la técnico responsable de los laboratorios.
Hoy he andado un poco emo, por la despedida ocurrida este último fin de semana. Me acordé de Aslan en Las crónicas de Narnia (Libro 3, La travesía del Explorador del Amanecer) cuando reta a la Lucy Pevensie porque le dice que no debe pensar en lo que podría haber pasado. Y es verdad, no tiene mucho sentido.
Éste no es el momento para echarse para atrás. Ahora tengo que terminar lo que empecé. Estoy lo suficientemente metido en mi postgrado como para que no sea conveniente echarme para atrás, y estoy lo suficientemente lejos del final para no tener idea de cuál será mi futuro a largo plazo.
Seguiremos, pues, al aguaite de las cosas.
1 comentario:
Nada de arrepentirse... ya estás metido y solo queda apechugar..independiente de lo que te espera a futuro.. Aunque estoy segura que tu futuro es prometedor...
Pasando a otro cosa, como es el clima.. el verano está terminando y aquí pronto comenzará primavera... como es la cosa al otro lado del mundo...
Un abrazo!
Y nada de emo, mira que ya estamos viejitos para esas cosas raras...sonría a la vida..
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