Estoy escuchando uno de mis placeres culpables. La verdad, no tengo idea por qué me gusta; pero la verdad tiempo atrás escuché (en la Oasis, cuando aún estaba en Chile) a Demis Roussos cantando My Friend the Wind y por alguna razón me encantó la canción, y desde entonces que se ha vuelto mi placer culpable. Me gusta Vangelis, se nota el toque modernista electrónico de él en la canción de su amigo y compatriota Demis Roussos, pero la canción conserva, sobre todo en las mandolinas del coro, el toque griego… Helenimou, Aghapimou, Manoulamou…
Y llegó el momento de actualizar el blog, por la época del año en que lo hago tiene que ser el balance anual. ¿Qué tal fue este año?
Es lo que le comentaba el otro día a alguien muy especial… Como que al momento de pensarlo, me daban ganas de pensar que este año fue malo, que sólo quiero que se acabe. Pero la verdad, empecemos a hacer inventario:
- Este año me reencontré con el arte. Apenas me vi con la plata suficiente, no aguanté más y me compré una guitarra. Que me sirvió para retomar la música, el guitarreo, el canto y hasta componer una canción. Canción que sirvió como regalo de cumpleaños para esa persona tan especial para mí. Más adelante en el año, inspirado por aquella persona tan hermosa, me reencontré con mi viejo pasatiempo de dibujar retratos… Ya he hecho seis, uno será un regalo de Navidad que haré.
- Este año estoy terminando mi primer paper con mi nuevo grupo de investigación. Tal vez podría haber sido más productivo, pero hey…
- Aprobé satisfactoriamente todos mis ramos de postgrado, incluyendo el curso de química computacional al que la verdad le tenía su resto de miedo.
- Me reencontré con la fisicoquímica, curso al que quiero tanto.
- Tuve amigos chilenos que hicieron más grata mi estadía en Windsor. Los gringos quedan al debe.
- Pude viajar a Chile a ver a mi familia a mitad de año. La distancia me enseñó cuánto los quiero y cuánto me quieren ellos a mí. Es mucho, muchísimo. Los echo de menos.
- Gocé de buena salud. Con cueva un par de resfríos. No me enfermé de porcina; todo lo contrario, apenas pude me puse la vacuna contra ella.
- Tuve plata para darme pequeños gustos, y hasta para ahorrar. Un ahorro modesto, pero significativo. Sigo siendo pobre comparado con el estándar de vida norteamericano, pero al menos vivo dignamente.
- Aprendí a cocinar. Ya no me muero de hambre.
- El amor llegó, de la forma más improbable e inesperada. Traté de conocer chicas a principios de año usando un sitio de personales, pero tal cosa no prosperó. No nos llevamos, al final la única niña con la que salí terminó por aburrirme. El amor me encontró, tomándome por asalto, de otra forma. No quiero hablar demasiado de ello aquí, sobre todo porque a veces tengo la impresión de que ojos espías leen este blog, a la espera de que me refiera a “ella”. Sólo diré que lamento la mala acogida que tuve por parte de su familia, que por lo que me contaba ella, se cerró completamente a la posibilidad de escuchar nuestra historia y tratar de entender. La verdad, sé que tenían buenas razones para desconfiar; he sabido de historias de horror ocurridas en situaciones comparables a la nuestra, y no los culpo por querer proteger a su amada hija; todo lo contrario, los entiendo.
Fue bastante menos que perfecto, pero honestamente, no puedo decir que éste haya sido un mal año.
No pido nada para este 2010. Me conformaré con lo que Dios quiera ofrecerme.
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