Hace algún tiempo atrás me encontré, haciendo zapping en internet, con este libro buenísimo (como siempre, el artículo de la Wikipedia en inglés es mejor) del notabilísimo Carl Sagan. El libro se titula en inglés The Demon-Haunted World -- Science as a candle in the dark. Lo tradujeron como El mundo y sus demonios -- La ciencia como luz en la oscuridad.
Este libro fue, digamos, el primer gran golpe a mis viejas creencias en lo sobrenatural (el segundo fue The God Delusion). Hasta hace poco, yo me declaraba cristiano y seguidor de la Nueva Era. Ahora soy un científico escéptico y decididamente no religioso. Y creo que si Dios existe, esconde muy bien su mano.
A veces la postura de Sagan es, para mi gusto, un poco ingenua: "la ciencia se corrige a sí misma". Digamos... que sí, que es verdad, que es lo que sucede en la mayoría de los casos. El problema es que a veces uno ve cada barbaridad escrita en artículos científicos... Pero toda regla que se precie tiene excepciones, y las barbaridades en los artículos científicos, sí, son excepciones a la norma. Un artículo científico puede ser bien complicado de entender, y por lo mismo, de criticar. Tanto es así, que con seguridad, los autores de un trabajo complicado, antes de iniciar la investigación, sabían muy poco en qué se estaban metiendo (experiencia propia). Entonces, después, al publicar, se envía a referees, que son quienes revisan el trabajo, y lo critican. Pero los referees probablemente saben tan poco del tema como los autores al iniciar su investigación. Es responsabilidad del autor clarificar lo más posible el tema, de tal modo que el trabajo sea comprensible, y por lo tanto, criticable.
Me salí un poco del tema. Iba diciendo que la postura de Sagan es un poco ingenua. Ortega y Gasset decía en La rebelión de las masas (libro muy interesante, pero en ocasiones algo denso) que "hablar es exagerar". Ahí sí que estoy 100% de acuerdo. Para comprender algo, hay que simplificar, construir modelos. Los modelos nunca se ajustan 100% a la realidad. Así, pues, es mejor aceptar la postura de Sagan, sabiendo que hay peros.
El libro dedica bastante tiempo a criticar de forma bastante objetiva la creencia en lo sobrenatural. La primera vez que lo leí me sentí mal, porque Sagan fue minando poco a poco todas las viejas esperanzas a las que me aferraba. Yo de verdad albergaba esperanzas en la existencia de la Atlántida y Lemuria. Sobre todo, yo creía de verdad en la astrología. Y no me perdía el horóscopo de la María Luisa Valdovinos, porque a mi juicio, de alguna forma, siempre le achuntaba. Claro, si uno no se mete con detalles, las probabilidades de hacer asociaciones con lo que uno observa aumentan.
Y lo mejor, lo que construye: la visión de la ciencia como método, como forma de pensamiento. Primero, estar abiertos a todas las explicaciones posibles. Asombro ante las novedades, creatividad para proponer explicaciones. Y segundo... el escepticismo más riguroso para separar la verdad del error. Experimentos, mediciones, discusiones, conclusiones.
Una de las cosas que más me gusta del libro es que Sagan hace una crítica respetuosa y objetiva, cosa que no puedo decir de God Delusion. Siento que Dawkins, en The God Delusion se ríe, por momentos, de la religión organizada y no hace una crítica objetiva. Es la misma razón por la cual me cae un poco mal PZ Myers (PZ sí que es pesado, pero su blog Pharyngula a veces dice cosas bien interesantes). No me gusta esa postura. Estoy de acuerdo en que la religión organizada no debiera existir, pero prefiero que la gente lo entienda por las buenas, es decir, por la irracionalidad intrínseca que conlleva y no tomarlo para la chacota. Yo creo que esto es un asunto serio.
Al final del libro, Sagan se acuerda que es estadounidense y declara su amor por su patria. Justificable. Y lo que dice, aún así, es interesante. Otra razón más para admirar a Carl Sagan.
Repito entonces, El mundo y sus demonios, de Carl Sagan. Un libro que, decididamente, vale la pena leer. Sobre todo para los niños, a quienes es más importante instruir en el pensamiento crítico y en el amor a la ciencia. Para mí el libro es muy, pero muy importante, y es por eso que le asigno la estrella más brillante del cielo después del sol, Sirio A.
1 comentario:
Jeje, estupendo... mientras menos personas pertenezcan a la "religion organizada" como dices tu.. creo que el mundo estara mejor =)
Bueno.. no se si mejor, de repente mentirse hace mas feliz, pero creo que prefiero la triste realidad =/
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